El gas natural es un combustible fósil explotado para usos industriales y domésticos. Es un derivado de la degradación de la materia orgánica durante miles de años y en condiciones ideales de presión y temperatura. Compuesto por hidrocarburos ligeros como el metano, etano, propano y butano, originalmente se puede encontrar en acumulaciones de rocas porosas en el subsuelo terrestre o marino en estado gaseoso. A pesar de ser considerado un recurso no renovable, el gas natural es más limpio y eficiente que las fuentes de energía de la misma clase, como el petróleo.
El gas natural puede ser asociado o no asociado:
- El gas asociado es aquel que se encuentra disuelto en aceite o en forma de capa de gas. En este caso se privilegia la producción inicial de petróleo, utilizando el gas para mantener la presión del yacimiento.
- El gas no asociado es gas que está libre de petróleo y agua en el yacimiento. Se ubica en el estrato rocoso y básicamente permite la producción de gas natural.
Donde se utiliza el gas natural
En comparación con el petróleo, el consumo comercial de gas natural es todavía un fenómeno reciente. Fue recién a partir de la década de 1940, impulsada principalmente por los avances en las tecnologías de acondicionamiento y transporte, que comenzó a incorporarse progresivamente a la matriz energética de los países. Debido a sus propiedades físico-químicas y a la continua evolución científica, el gas natural puede ser utilizado en varios sectores de la actividad económica, como:
- La producción de electricidad
- Los procesos industriales
- El comercio
- Las viviendas
- El sector del transporte
Beneficios del gas natural
El gas natural ha incrementado su papel estratégico como fuente de energía para el mundo, principalmente debido a su menor impacto ambiental en comparación con otras fuentes fósiles. El uso de gas natural en equipos adecuados tiende a ser menos contaminante, por ejemplo, que quemar gasóleo. La combustión de gases combustibles debidamente procesados y en equipos correctos está prácticamente libre de contaminantes como óxidos de azufre, partículas sólidas y otros productos tóxicos, permitiendo al consumidor utilizar el gas directamente.
La quema de gas natural también tiene otras ventajas. Por ejemplo, el gas permite una combustión con alta eficiencia térmica, así como un control y regulación sencillos de la llama. Así, se pueden conseguir reducciones en la intensidad del consumo energético en la industria, el comercio o los hogares. Además, al permitir que la llama o los gases de combustión entren en contacto directo con los productos elaborados, el uso del gas en diversas industrias contribuye a aumentar la calidad y competitividad de estos productos.
El gas todavía puede proporcionar ahorros y ventajas ambientales cuando se utiliza en el área de transporte, en sustitución de la gasolina o el gasóleo. En nuestro país, especialmente debido a una política de precios y diferencias impositivas entre combustibles, el gas natural ha experimentado un gran aumento en el consumo para fines automotrices, especialmente con flotas de taxis, reemplazando a la gasolina.
Desventajas del gas natural
A pesar de tener algunas ventajas frente al uso de otros combustibles fósiles, como el petróleo y el carbón, el gas natural también presenta desventajas. La combustión de este recurso está relacionada con la intensificación del efecto invernadero y, en consecuencia, del calentamiento global. Esto sucede debido a la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, como el dióxido de carbono durante su quema. Además de los contaminantes primarios, el consumo de estos recursos puede dar lugar a contaminantes secundarios, que se forman a partir de reacciones de contaminantes primarios.
Un ejemplo de contaminante secundario es el ozono. Se produce de forma natural en la estratosfera, una capa de la atmósfera situada entre los 15 y los 50 km de altitud, donde la capa de ozono cumple la función de impedir el paso de parte de la radiación ultravioleta. Además, el gas natural presenta un mayor riesgo de incendios, explosiones y accidentes por asfixia. En lugares con baja concentración de oxígeno, la quema de este recurso puede generar monóxido de carbono, un gas extremadamente tóxico para los humanos.
Los procesos de almacenamiento y transporte de este recurso también pueden considerarse una desventaja, ya que son difíciles de realizar. Finalmente, el gas natural es una fuente de energía no renovable. Por lo tanto, su extracción y uso debe hacerse con cuidado. En este escenario, el biogás puede ser una alternativa viable para reemplazar este combustible fósil en la matriz energética mundial.
Nuevo método convierte el gas natural en forma sólida para su almacenamiento
Ingenieros de la Universidad Nacional de Singapur (NUS) han desarrollado una nueva forma de convertir el gas natural en una forma sólida, lo que permite almacenarlo y transportarlo de manera más segura y fácil. El proceso se puede realizar en tan solo 15 minutos utilizando una mezcla de baja toxicidad.
El ingrediente principal de la nueva mezcla es el L-triptófano, un aminoácido que atrapa una mayor cantidad de gas natural en hidratos sólidos. Aunque solo se ha probado en un laboratorio, los investigadores planean intentar un experimento a escala piloto, con el objetivo de convertir alrededor de 100 kg de gas por día.