A la hora de sustituir tu caldera, ya sea de gas o de gasóleo, es mejor prevenir y saber desprenderse de ella antes de que dé síntomas de una inminente avería definitiva. Además, ciertos signos no engañan. ¿Cuáles son ellos? ¿Cómo notarlos antes de que sea demasiado tarde? En esta guía vamos a ver cómo, para saber cuándo reemplazar la caldera, cómo detectar signos de fatiga en tu caldera y cómo elegir el sistema de calefacción ideal para reemplazarlo.
Reemplazo de una caldera
Como cualquier aparato relacionado con tu confort térmico como el aire acondicionado, la ventilación o un calentador de agua, la caldera es un equipo que conviene cambiar.
La vida útil de una caldera
En primer lugar, incluso antes de comprar una caldera, debes conocer su vida útil. Por lo tanto, la edad de tu caldera debe tenerse en cuenta como una prioridad cuando hayas decidido cambiarla.
La primera pista que indica que es necesario sustituir la caldera es tu antigüedad. Por regla general, los expertos consideran que más allá de los 15 años, una caldera queda obsoleta: la tecnología evoluciona rápidamente en el campo de la calefacción. Es decir, el rendimiento y el estado general de tu caldera de gas o gasóleo ya no son suficientes y ya son técnicamente superados por las calderas de nueva generación. Entonces terminarás con una caldera que consume más de lo necesario, hasta un 30% más que un modelo reciente, por un confort térmico insatisfactorio.
Lejos de los avances técnicos realizados desde su instalación, tu antiguo sistema de calefacción no es ni rentable ni ecológico y, en caso de avería, corres el riesgo de no encontrar repuestos si tu aparato está realmente obsoleto: es el momento de sustituirla por una caldera reciente.
¿Cómo mantener correctamente tu caldera?
El mantenimiento anual de una caldera por un profesional es obligatorio, independientemente de la energía que utilice para su funcionamiento (gas o gasóleo). Un decreto rige esta obligación. Esto asegura que la caldera funcione de manera óptima y segura. ¡Puedes ahorrar energía y prolongar la vida útil de tu dispositivo! Entonces, antes del invierno, ¡considera traer a un profesional de la calefacción que se encargará del mantenimiento!
Signos de desgaste en una caldera
Más allá de controlar la edad de tu caldera y adaptar tu aparato de calefacción a las necesidades del hogar, hay que estar atento a ciertas señales para saber si tu aparato podrá calentarte todo el invierno o si es mejor cambiarla.
Averías y problemas recurrentes
Algunas señales son llamadas de auxilio de tu caldera que probablemente pronto dejarán de funcionar, como averías y otros pequeños problemas que ocurren regularmente sin poder repararse de forma permanente. Si, a pesar de las reparaciones, las fallas continúan sucediéndose, esto es una señal de la obsolescencia del dispositivo y sus componentes.
Las fallas más comunes son:
- Tu caldera se para o no vuelve a arrancar: esto puede deberse a un problema eléctrico, baja presión, sobrecalentamiento, piezas defectuosas (como el quemador), tuberías internas de la caldera, etc.
- Tu caldera tiene fugas: Si la presión es demasiado alta en el sistema de calefacción, la válvula baja la presión, pero esto puede causar fugas. Estos también pueden provenir de piezas defectuosas.
- La caldera hace ruidos extraños: si tu caldera hace ruidos cuando usas el agua, puede ser debido a la presión. En cualquier caso, los ruidos extraños que emite tu caldera no deben tomarse a la ligera. En caso de duda sobre su correcto funcionamiento, acuda a un profesional que podrá orientarle sobre el procedimiento a seguir: realizar una limpieza completa además de una revisión, sustituir una pieza defectuosa o plantearse sustituirla. Además, si tu caldera ya no calienta a la temperatura requerida o ya no reacciona al termostato, o si ya no produce agua caliente, ¡es una señal de que es hora de cambiarla!
La eficiencia de tu caldera cae
¿Sientes que tus radiadores no calientan lo suficiente? ¿El agua caliente tarda mucho en llegar al grifo y no sube de temperatura tan rápido como antes? Este tipo de caídas en el rendimiento de tu caldera también son algo a tener en cuenta. En otras palabras, si el confort térmico ya no existe, debes encontrar la causa o incluso reemplazar el dispositivo. Los expertos también aconsejan instalar una nueva caldera cuando la eficiencia de la existente es inferior al 75%.
Recuerda también revisar tu gasto energético. Si observas un aumento significativo en tus costos de energía y, por lo tanto, en tu presupuesto mensual de gas o combustible. No olvides de hacer revisar tu caldera. De hecho, es el aparato de calefacción de la vivienda que más energía consume. Entonces, si tu factura está aumentando, probablemente provenga de la caldera.