Gracias a sus reducidas dimensiones ya la posibilidad de ser instaladas tanto en interior como en exterior. Las calderas murales son la elección ideal para viviendas con calefacción independiente. La solución adecuada para salvaguardar las necesidades de espacio, sin sacrificar la estética y el rendimiento.
La tecnología de las calderas murales
Dentro del gran mundo de las calderas, la primera gran distinción es entre calderas murales y calderas de pie; todas las calderas que están instaladas en la pared se definen como murales, todas las que se apoyan en el suelo se definen como una base. Además, las calderas murales son, en comparación con las calderas de pie, de tamaño limitado: por lo tanto, representan la opción ideal para apartamentos con calefacción independiente. Pueden instalarse tanto en interior como en exterior y colocarse dentro de armarios de contención ad hoc.
Las calderas más populares son los modelos con cámara sellada en comparación con los modelos con cámara abierta: el aire se toma directamente del ambiente exterior, sin pasar por el local de instalación de la caldera. El encendido de la caldera se produce una vez que un dispositivo electrónico de seguridad ha asegurado que los humos se dispersen al exterior sin problemas.
La instalación de una caldera mural y su mantenimiento
La instalación de una caldera mural no presenta grandes dificultades, pero debe ser realizada por un técnico especializado. Según los modelos y las necesidades individuales, las calderas murales se pueden instalar en el exterior (en un balcón, por ejemplo) o en el interior de la casa. En cualquier caso, si el ambiente en el que se va a instalar la caldera ya está preparado y no hay que realizar ningún trabajo de ajuste, el montaje por parte de un técnico no debe superar las 3-4 horas de trabajo.
La instalación de una caldera mural debe cumplir con las condiciones de idoneidad para la ventilación del local definidas por las normas, que deben ser certificadas por el técnico en el momento de la instalación. También es importante saber que, en virtud de la Directiva Europea EcoDesign, desde 2015, tanto para la sustitución como para la instalación desde cero de una caldera, es obligatoria la elección de una caldera de condensación.
En cuanto al mantenimiento de la caldera, sin embargo, no existen diferencias sustanciales entre los dos tipos; para que dure en el tiempo, manteniendo un excelente rendimiento, es necesario respetar la periodicidad obligatoria de las comprobaciones previstas por la legislación vigente sobre mantenimiento e indicadas en el folleto especial emitido por el instalador.
Las ventajas de las calderas murales
La mayor difusión de las calderas murales respecto a las de pie se explica por el hecho de que el pequeño tamaño de las calderas murales permite ahorrar espacio y encajar en cualquier mueble. Con las mismas prestaciones -las modernas calderas murales garantizan prestaciones capaces de satisfacer las necesidades energéticas incluso de familias numerosas- las calderas murales se integran más fácilmente y ocupan menos espacio de la vivienda. A falta de motivos particulares, por tanto, con la instalación de una caldera mural, es la estética la que gana.