La sala de calderas es la estancia de la casa en la que está instalado el sistema de calefacción. Básicamente, se crea una sala de calderas cuando se instalan sistemas de calefacción con una potencia nominal de más de 50 kilovatios. Las habitaciones en las que se instalan sistemas de calefacción con una potencia más baja se denominan salas de instalación para chimeneas. Según se trate de una sala de calderas o de una sala de instalaciones, se aplican diferentes normativas.
Reglamento para la sala de calderas
Las mismas reglas básicas se aplican en muchos países tanto para la sala de instalación de chimeneas como para la sala de calderas. Los requisitos menos estrictos generalmente se aplican a las salas de instalación. Para garantizar el funcionamiento seguro de un sistema de calefacción, se recomienda cumplir con todas las normas aplicables a las salas de calderas siempre que sea posible. El tamaño de la sala de calderas se define en ocho metros cúbicos y una altura de al menos dos metros.
Además de los generadores de calor para combustibles sólidos, en la sala de calderas también se pueden instalar bombas de calor, plantas combinadas de calor y electricidad y calentadores de gas y aceite. Bajo ciertas condiciones, los combustibles también pueden almacenarse en la sala de calderas.
La sala de calderas no debe estar conectada con salas de estar o escaleras. La habitación especial también debe tener una salida al exterior o a un pasillo adecuado. Las puertas deben abrirse en la dirección de escape.
Seguridad contra incendios y ventilación
Por supuesto, la protección contra incendios también juega un papel importante en la sala de calderas. Se debe asegurar que un incendio no se pueda propagar inmediatamente a otras áreas de la casa o edificio. Para garantizar esto, las paredes, los soportes, así como los techos y pisos de las salas de calderas deben ser resistentes al fuego.
Esto se aplica a todas las áreas que limitan con otras áreas de construcción. Además, todas las puertas y ventanas que no den directamente al exterior deberán ser resistentes al fuego y de cierre automático. La ventilación prescrita para la sala de calderas consiste en una apertura de aire superior e inferior al exterior. El tamaño de las aberturas de aire depende de la potencia del sistema de calefacción.